Boletín Nº 47

  Sumario.-  Editorial.- Plaza Mayor.- La Directiva Informa.- Información municipal.- Ficha de inscripción.- Prensa provincial.- Breves comarca.- La Caza.- Reminiscencias.- Temas de interés.- Goreños: Gonzalo, el Correo.- Obituario: Adiós a Vicente Sánchez.- Nuestro pasado en fotos.- Nuestras recetas.- Las Fiestas: Crónica de las fiestas 2004.- El pregón:María del Carmen García Jiménez.- Los toros.- Cuentos y leyendas.-Páginas poéticas.-  Gor histórico: Las elecciones a oficiales al Concejo de Gor de 1725 (y IV).- Viajar: Un paisano en tierras de Trives (II) y San Cayetano en Méjico.- Delegaciones.- Programas de fiestas.- Colaboraciones.- Anecdotario goreño.-  Pasatiempos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ADIÓS A VICENTE SÁNCHEZ, (por la Junta Directiva de la Asociación)

 

La noticia llegó de golpe, como un mazazo, fulminando la tranquilidad de los últimos días de agosto. Tan inesperada, que había que hacérsela repetir. Vicente, tan fuerte, tan vital, ... se había ido. Nos habíamos quedado sin él..., de pronto, en un suspiro.
La verdad es que fue duro, costó asimilarlo; admitir que Vicente se había muerto, que nuestro amigo y compañero, Vicente Sánchez, ya no estaría nunca más entre nosotros, que ya no podríamos disfrutar jamás de su amistad y de su compañía.
Hacía sólo un año que se había jubilado y tenía muchas ganas de vivir y disfrutar de su jubilación, pues había trabajado desde muy joven, desde los 17 años en que terminó Magisterio en Granada, en 1960.
Comenzaría a trabajar como interino en Cenascuras y, tras realizar las oposiciones, pasaría por Gor, Las Viñas y Villambroz, en la provincia de Palencia, para volver después a Granada, concretamente a Guadahortuna, y recalar definitivamente en Gor, precisamente en la plaza que había qudado vacante por la muerte de su padre, un excelente maestro del que Vicente aprendió mucho y al que citaba con frecuencia. Ya había nacido su pasión por la lectura. La literatura comtemporánea le absorbería muchas horas de juventud y terminó conociendo profundamente la obra de muchos novelistas de los siglos XIX y XX.
Entre 1964 y 1966 realizaría las Milicias Universitarias, en Montejaque (Ronda) y las prácticas en Bétera (Valencia) como Alférez de Caballería. En 1970 se casaría con María, su novia de siempre, con quien tuvo cuatro hijos: José Vicente, Francisco Javier, Ángela María y Raquel. Recientemente llegó su primer nieto, lo que Vicente celebró con gran alegría.
Cuando empezó a descrubrir restos arqueológicos, surgió en él la afición por su búsqueda y colección, convirtiéndose en el máximo experto en el conocimiento de la Prehistoria de Gor. Con los restos que había recogido en superficie y numerosas donaciones recibidas formó una colección de útiles prehistóricos que pensaba donar al Ayuntamiento de Gor, cuando éste crease el espacio adecuado para instalarla. La ocasión llegó recientemente, al proyectar el Ayuntamiento la construcción de un Museo Arqueológico de Gor y ofrecer a Vicente la dirección del mismo.
Vicente lo ha sido casi todo en Gor: Maestro, Alcalde, Director del Colegio, Presidente de la Sociedad de Cazadores, Secretario de la Comunidad de Regantes y de la Asociación Cultural "Amigos de Gor",...; y sobre todo, amigo de sus amigos, pues los que le tratábamos asiduamente sabíamos que tras su temperamento impulsivo, latía un corazón generoso, dispuesto para ayudar en lo que fuera y con lo que tuviese.
Con la madurez apareció el él otra afición, la caza, que llegaría a convertirse también en pasión. Ésta, unida a la pasión por la naturaleza, le hicieron recorrer y conocer como pocos nuestro término municipal, especialmente la Sierra.
Desde aquí, la revista que él tanto quiso, nosotros le ofrecemos este pequeño homenaje, agradeciéndole lo que hizo por ella y por la Asociación, y el amor que tuvo a Gor y a todo lo goreño, especialmente a la Tierra de Gor. ¡Gracias, Vicente!
Y queremos terminar expresando nuestro más sentido pésame a su esposa y a sus hijos, a su madre y a sus hermanos, y al resto de su familia. Animándoles a superar esta gran pérdida y decirles que le queríamos y que le echamos mucho de menos. ¡Hasta siempre, Vicente!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA DIRECTIVA INFORMA

 

  FELICITACION DE NAVIDAD

              La junta Directiva de la asociación y el consejo de redacción del Boletín desean transmitir a todos los socios, socias, y lectores en general, sus mejores deseos de  felicidad, paz y prosperidad para esta Navidad y año 2005.

  LOTERÍA DE NAVIDAD.

              Cuando este boletín llegue a los socios, ya se habrá efectuado el sorteo de Navidad y quién sabe si muchos de los lectores ya serán “millonarios”. Este es nuestro deseo, sobre todo el de nuestro Juan Manuel Navarrete, que con tanto celo prepara la lotería y que no lo dejaremos jubilarse hasta que no nos consiga, por lo menos, el GORDO. A todos los que han colaborado en  la distribución nuestro agradecimiento más sincero.

  PRÓXIMO BOLETÍN

             Los trabajos para el próximo boletín deberán estar entregados en nuestra sede o en la dirección de correo amigosdegor@terra.es  para el próximo 17 de febrero de 2005. el día 19, sábado se reunirá el consejo de Redacción.

  NUEVOS SOCIOS

              Damos nuestra más cordial bienvenida a  los socios y socias inscritos en los últimos meses. Son los siguientes:

                       Silvia Navarrete Moncusí, residente en Barcelona.
                       Inmaculada Carrión Valdivia, residente en Palma de Mallorca.
                       Asunción Martínez Ibáñez, de Gor y residente en Caldas de Montbui.
                       Enrique Rodríguez Rodríguez, residente en Cortijo el Pocico.
                       Manuel Bretones Rodríguez, residente en Elche.
                       José González Jiménez, de Gor, residente en Chiva (Valencia)
                       Paquita Jiménez García, de Gor, residente en Manresa.
                       Manuel Sánchez Ruiz, de Gor, residente en Sabadell.
                       María Monedero Martínez, de Gor, residente en Tarrassa.
                       Josefa Monedero Martínez, de Gor, residente en Palma de Mallorca.
                       SAGESUR (Servicios Asistenciales Geriátricos del Sur), empresa que gestiona la Residencia de mayores “San Cayetano” de Gor.

  SAN BLAS 2005 EN CATALUÑA.

             La celebración de S. Blas continua siendo un buen día para el encuentro y la convivencia entre goreños. Gracias al tesón de las organizadoras (Antonia Mª Jiménez y Mª Jesús González) la fiesta de S. Blas se realiza cada año con una mayor afluencia de personas dispuestas a pasar un buen día. Este año se celebrará el domingo 6 de febrero y será, como en años anteriores en S. Juliá d´Altura, en Sabadell. Los teléfonos de contacto son 93 7167597 (Mª Jesús en Sabadell) 93 8652786 (Antonia Mª en Caldes)

  NUEVAS SECCIONES

                         En la Asamblea General de agosto se aceptó la propuesta de abrir dos nuevas secciones en la revista. Una, que bajo el epígrafe de Empresarios y empresarias de Gor”, trataría de dar a conocer diversas actividades empresariales de nuestros socios. Y, otra titulada “Cuentos, relatos y tradiciones orales” de nuestro pueblo. Ambas secciones quedan abiertas a la participación de los lectores.

 

GOREÑOS

GONZALO EL  CORREO

              Lo encontré un domingo por la mañana sentado debajo de los portales, charlando  animadamente con sus habituales compañeros de tertulia y le sugerí la idea  de colaborar en la revista .,
            - ¡Ahora mismo! si quieres- Me contestó con diligencia….Y así, sin  más, empezó este relato tan completo como emocionante y evocador de lo que fueron para Gonzalo largos años dedicado a hacer de enlace entre Gor y el resto de España y del mundo….

            Me contó Gonzalo que fue su padre, Juan José Frutos (q.e.p.d.) quien lo inició, siendo niño, en el oficio. Durante muchos años lo acompañó diariamente a la estación  hasta que en el año 51 tras superar en Granada un examen, se quedó como titular de la plaza de cartero rural.
            A las nueve de la mañana recogía las cartas de la oficina de correos y, acompañado de” Perico”, el fiel borriquillo que tiraba del carro, emprendía el camino a la estación donde descargaba y cargaba de nuevo  paquetes y correspondencia. A eso de las 12 llegaba de vuelta a Gor donde se le esperaba con la ilusión de recibir las noticias  del novio que estaba en la mili, del estudiante que residía en Granada, del familiar o amigo ausente, casi siempre, por motivos de trabajo. Traía también los periódicos, para los 30 ó 40 suscriptores de Ideal, Patria y Ya, y giros postales procedentes, sobre todo, de los emigrantes que marchaban a trabajar a Burgos, a  Montoro a Cataluña, etc. etc...
            Se emociona cuando habla de su trabajo, le vienen a la memorialos días de lluvia o incluso de nieve, en los que no había más remedio que bajar a la estación aunque cayeran “chuzos de punta”. El servicio incluía los 365 días del año y si tomaba alguno de descanso era él quien debía pagar al sustituto.
           Dice que vivía bien pues, además del sueldo que era de 7 pesetas diarias más lo correspondiente a la manutención del borrico, obtenía un plus nada despreciable en concepto del transporte de mercancía para las tiendas. Recuerda haber traído paquetes de todas partes de España; cita como ejemplos los arados y otros utensilios del campo que venían de Irún para la tienda de  “los  Emilios”, los de “queso de Toro”, el calzado de Vera y Caravaca, los de medicinas e, incluso uno que llegó de Manchester (Inglaterra) y que le llamó la atención por ser especialmente pesado. Se trataba de una “camisa” para el motor de la luz.
            Continúa hablándome de los viajeros que transportaba desde Gor a la estación y viceversa. El precio era de 5 Pts . por persona incluido el equipaje. Los más asiduos eran los representantes que venían a las tiendas, pero también había personas de Gor, los más pudientes, que de vez en cuando, hacían uso de este servicio. Dependiendo del volumen de mercancía que llegaba a la estación, tenia que dar dos o tres viajes. Los días previos a las  fiestas solían ser especialmente agobiantes ya que debía transportar las casetas de los turroneros y demás artilugios festeros que en aquella época solo contaban con el tren como medio de desplazamiento...
            Cuando, en el año 1962, Gonzalo decidió dejar su oficio de Cartero Rural, marchó a Barcelona y trabajó, de peón primero y como basculista después, en la empresa Cross. De esta época también dice tener buenos recuerdos pues fueron los años en los que sus hijos, que marcharon pequeños de Gor, fueron creciendo y consiguiendo con su ayuda la  formación que les ha capacitado para conseguir un buen porvenir de lo cual él, como buen padre, se siente satisfecho y orgulloso.
             Ahora, jubilado, sigue viviendo en Badalona pero vuelve a Gor todos los años, desde mayo hasta octubre, donde, junto con Vicenta, su mujer, se encuentra feliz de disfrutar de su pueblo, de charlar con sus amigos de siempre y de dar largos paseos que le permiten  evocar  el pasado  .
            Hablando con Gonzalo el correo se tiene la sensación de acercarse a una época en la que la vivencia del tiempo era muy diferente a la actual. En Gor no había teléfono, ni televisión y sólo algunas personas disponían de aparato de radio. Se viajaba poco y la llegada del “carrillo del correo” significó durante mucho tiempo la única posibilidad de conectar de alguna manera con el exterior. Se trataba, pues, de un servicio de singular importancia y valor en la vida de nuestro pueblo.
            Agradezco a Gonzalo su gentileza para con la revista y con todos nuestros lectores .Estoy segura de que a muchos les hará pasar un buen rato el relato de unos hechos que nos traen a la memoria  recuerdos y vivencias de nuestro pasado. Los más jóvenes, que no tuvieron la oportunidad de conocer de cerca estas historias, posiblemente encontrarán en ellas ciertas claves para comprender la forma de ser de las generaciones que les han precedido.

                                                                      Carmen García Jiménez

 

 

 

 

 

 

 

 

PREGÓN DE LAS FIESTAS 2004  por María del Carmen García Jiménez

    

      Sr. Alcalde, señoras y señores concejales, goreñas y goreños, amigas y amigos:

              En esta singular mañana  del día de la Bandera , quiero, en primer lugar, dar la bienvenida a todos los presentes, también, tener un recuerdo especial para todos aquellos que aunque no estén físicamente aquí, porque las circunstancias les han impedido venir, tienen su pensamiento y su corazón en esta plaza. Al mismo tiempo os invito a rendir un cálido homenaje a los goreños y goreñas que nos transmitieron tan hondas tradiciones y que aunque nos dejaron para siempre, están en estos momentos, en el corazón de cada uno de nosotros.
            Por segundo año consecutivo una mujer ejerce como pregonera. Me vais a permitir que, abundando en la línea de mi predecesora,  traiga a este balcón consistorial, la voz y el recuerdo emocionado de las mujeres goreñas que, a través del tiempo, han contribuido a que  hayamos llegado  a ser lo que hoy somos.
            Fueron mujeres de otro tiempo: nuestras madres, nuestras abuelas, a las que les tocó vivir épocas de extrema dureza: mujeres silenciadas, trabajadoras sin descanso y sin remuneración, sin vacaciones, sin derechos ni autonomía y sin reconocimiento a su labor, que sufrieron en sus carnes la tremenda experiencia de la guerra civil, mujeres de juventud enlutada, cargada de tristezas, ausencias y renuncias.
            En la mayoría de los casos asistieron poco o nada a la escuela porque a decir verdad, la cultura no se consideraba necesaria para quienes debían estar, según el dicho popular, “en casa y con la pata quebrada”.
            Trabajaban en casa, también, junto a los hombres, en las faenas del campo; tenían a su cargo el cuidado de los hijos y también de los mayores y, a pesar de no haber sido preparadas para otras funciones, fueron muchas las que regentaron comercios o pequeños negocios con los que sacaron adelante, muchas veces en solitario,  las economías familiares.
            Su actividad anunciaba la proximidad de las fiestas, y así, antes que el pregonero recordara en las esquinas aquello de: “Por orden del Sr. Alcalde, se hace saber que, para mayor esplendor de las Fiestas de S. Cayetano, todos los vecinos de esta localidad blanquearán las fachadas de sus casas…”, ellas  se aprestaban  a realizar el blanqueo de casas y fachadas, fregar mesas, cantareras y sillas, a lavar en la Fuente , en la Balsa de la Teja , en los Molinos, colchones y mantas “porque llegaba S. Cayetano a sacar los rincones..”           Las más hábiles confeccionaban, además, a la luz del candil  el “hato” de las fiestas para toda la familia.
            Concluida la preparación, esperaban .la llegada de la música, acompañaban la  “Bandera”, contemplaban el “Encierro” en el callejón y  poco más.  Estrenar un traje para las fiestas era casi un lujo que no todo el mundo se podía permitir.  El presupuesto era tan escaso, que para ellas, muchas veces el estreno  quedaba reducido a unas alpargatas nuevas o a un humilde delantal. 
             Las duras condiciones de vida y la falta de trabajo se hicieron insostenibles y comenzó imparable la emigración. Emigración que, como bien expusiera, desde su vivencia, la pregonera del año pasado, lanzó fuera de Gor, en primer lugar a los hombres y  también a las mujeres.
            La escuela a la que yo asistí, se fue quedando vacía. Aún resuena en mis oídos una frase repetida ante la maestra casi a diario: “Una servidora ya no viene más a la escuela porque mi padre, que está en Cataluña, nos ha mandado a llamar” y, efectivamente, esa servidora y otra y muchas más iban dejando  tantos huecos que aquella escuela nunca volvería a ser la misma, como tampoco la Plaza , la Fuente , las calles, la vida en Gor.
            Siempre me he preguntado que hubiera sido de este pueblo si todas aquellas personas se hubiesen podido quedar aquí consiguiendo el puesto de trabajo que le ha hecho más libres, más independientes pero, que también  ha sido productivo, contribuyendo crear  riqueza en aquellos lugares que las recibieron.
            Nada les fue otorgado gratuitamente. Supieron ganarse la estima y consideración de sus nuevos conciudadanos a fuerza de trabajo y buen hacer, demostrando siempre la honradez y seriedad que heredaron de sus antepasados. Asimilaron hábitos y costumbres y se adaptaron  a una cultura diferente pero supieron preservar su identidad respetando sus raíces ancestrales y transmitiéndolas a las nuevas generaciones, que año tras año siguen acercándose a Gor haciendo que sean nuestras fiestas un  reencuentro gozoso entre generaciones y gentes diversas.
            Pero si difícil fue la vida para las mujeres que emigraron, tampoco fue fácil para las que se quedaron aquí. Ellas han sido capaces de mantener  abiertas las puertas de Gor, a pesar de los duros inviernos, de  la  soledad, de la monotonía ,del esfuerzo diario que han visto en fin recompensado con el progreso experimentado en sus hijos y el reconocimiento de los que gracias a su permanencia ,podemos volver sabiendo que siempre somos esperados y bien recibidos.
            El progreso y los avances de las últimas décadas han afectado, como no podría ser de otra manera, a los hombres y a las mujeres de Gor, tanto a los que emigraron como a los que quedaron aquí: Hijas, nietas y biznietas de aquella generación  que vivió la postguerra, hemos evolucionado de tal manera que, para nuestras antepasadas, resultaría increíble nuestra forma de vivir, de participar, de estar presentes en trabajos y lugares antes impensados.
            El hecho de que hoy, en Gor, haya mujeres jóvenes ocupando cargos de responsabilidad, mujeres apostando por la actividad empresarial, mujeres que participan en la acción política, en la vida social y cultural, no puede por menos que alegrarnos y yo creo que también lo celebrarían nuestras antepasadas a quienes no les faltó la capacidad y la lógica aunque, a veces, se les negó la oportunidad de ejercerla.
            Tenemos el reto de hacer de nuestro pueblo un lugar de encuentro, de disfrute y de acogida placentera para todos, en especial para nuestros mayores. Hoy, la recién inaugurada residencia, puede ser el punto de inflexión necesario para cambiar la vida económica y social de nuestro pueblo. Y no es casualidad que sean  mujeres las que ocupan la mayoría de los puestos de trabajo generados. Estoy segura de que esta nueva responsabilidad la sabrán ejercer con profesionalidad, pues se han preparado para ello, pero también con esa mezcla de cariño y entrega que nos enseñaron las mujeres que desde siempre han cargado sobre sus hombros la honrosa y no siempre fácil tarea del cuidado de los mayores.
          Entiendo que el futuro de Gor lo tenemos que construir por igual hombres y  mujeres y, me tendréis que perdonar que quizá haya cargado las tintas al hablar de ellas  pero considero que es justo y necesario compensar un largo tiempo de olvidos e injustos anonimatos. Creo que los hombres de Gor así lo entendéis.
            Muchas gracias, señor Alcalde, por darme la oportunidad de ser pregonera  de las Fiestas. Fiestas que han marcado siempre el antes y el después en nuestra actividad a lo largo del año y que  son el motivo perfecto para el reencuentro y la amistad. Fiestas que son un legado histórico y cultural que estamos obligados a conservar, como signo de nuestra identidad y mejorar para transmitirla a las generaciones jóvenes.
            Jóvenes, a los que animo a vivir la fiesta, procurando que el beber no os impida vivir, vivir intensamente en el clima de diversidad que Gor nos ofrece estos días.
             Sed críticos, sin caer en la descalificación estéril, sed exigentes pero ofreciendo, al mismo tiempo, alternativas para  que entre todos construyamos con éxito este nuevo capítulo de la historia de Gor, en el que, justo es reconocerlo, muchas personas, desde diversos ámbitos  están  aportando su tiempo y su trabajo.
            Que el ondear de la Bandera sobre nuestras cabezas, señal inequívoca  de que estamos en fiestas, nos aporte ese aire fresco  que haga de los goreños y goreñas, gentes de mente abierta y despejada, capaces de alumbrar ideas nuevas para el futuro de Gor.
            ¡VIVA GOR!                          ¡VIVA SAN CAYETANO!